martes, noviembre 27, 2012

La portadora de luz

La estrella del crepúsculo
Venus: La estrella del alba y del ocaso

En esta carta de un Tarot egipcio apreciamos a la Estrella del crepúsculo (simbolizada tanto como un astro como por una desnuda mujer) rigiendo las aguas iniciáticas o bautismales y trascendiendo o integrando los opuestos, simbolizados por ese rombo amarillo (día) y negro (noche).

En el relato mítico de Inanna (otro de los antiguos nombres de Ishtar) encontramos que esta diosa desciende voluntariamente al inframundo y se entrega a los demonios (que la desposeen de sus poderes) y provocan su muerte o desmembramiento. Allí es despedazada (como en el mito de Osiris) pero posteriormente renace al recibir el agua de la vida (integra a la muerte, se fusiona o se reconoce en la diosa del inframundo) para convertirse en una diosa renacida nuevamente esplendorosa.

Con el paso de los siglos y la llegada de los credos patriarcales que traerán nuevas divinidades la Estrella desaparecerá aparentemente, se camuflará, se transformará y recibirá nuevos nombres. Perseguida por las nuevas religiones manipuladoras de mentes (sentimientos de miedo, de culpa, etc) la Estrella adoptará múltiples apariencias, máscaras o disfraces. La temerán por ser quien otorga la verdadera iniciación y transformación en la senda hacia la eternidad. En su metamorfosis la Estrella será a veces una Copa, denominada después como el Santo Grial o Copa de la Vida. En otras ocasiones se convertirá en un ente misterioso (príncipe angélico) que supuestamente traicionará al nuevo Dios patriarcal y será conocida así como Lucifer. En el paganismo las estrellas eran dioses astrales, pero en las nuevas religiones patriarcales monoteístas la estrellas serán entes celestiales llamados ángeles. Y el mayor de todos esos ángeles no podía ser sino la antigua Ishtar, ahora renombrada como Príncipe de Ángeles. Inventarán un nuevo relato mítico en el cual esta Estrella/Lucifer se sublevará contra el Dios patriarcal y por ello será desterrada a la Tierra de los mortales, tras ser vencida por las legiones de los ángeles fieles al nuevo Dios monoteísta.

La Estrella, ahora caída, se precipitará al mundo terreno. Pero los esoteristas volverán a incluir los viejos símbolos escondidos en la nueva tradición. Así Venus/Lucifer, el que trae/o la que trae la luz, desprenderá de su celestial corona o de su divina frente (según versiones) una fabulosa piedra, portadora portentosa de poderes celestiales, la cual llegará a ser conocida en el medievo europeo como el Santo Grial. Refieren las leyendas antiguas que cierto grupo de ángeles, llamados los ángeles neutros (verdaderos custodios de la luz), que no habían participado en la guerra entre los dos bandos celestes (cosmovisión patriarcal fragmentada del universo), tomarán esta piedra griálica y la esconderán en la tierra para que los humanos puedan hallarla y obtener los poderes del renacimiento.

Fuente: La estrella Venus-Lucifer por Kababelan

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