miércoles, octubre 31, 2012

La picadura de la serpiente

El principito y la serpiente
El principito y la serpiente amarilla

La serpiente como arquetipo  

Al parecer, cuando abandonamos la niñez, cuando despertamos a la adolescencia, somos irremediablemente picados por una serpiente que nos inocula el veneno de dos apetitos: el del intelecto y el sexual. Y algunos dictaron que tal cosa era algo pecaminoso, o eso es lo que intentaron esculpir en mi alma desde bien pequeño.

Esa picadura mata al niño, y despierta al adolescente. El niño contemplaba el mundo con los ojos del corazón. El adolescente olvida poco a poco esa mirada y se centra en los ojos del intelecto, aquellos que solo creen en lo visible, en lo que se puede palpar. Más o menos como aquel Santo apóstol de nombre Tomás. 

Desde hace milenios (toda una era para ser más explícitos) la sabiduría, como máximo exponente del intelecto, y la sexualidad han sido desdeñadas, arrojadas al abismo del pecado... y no entiendo muy bien porqué, o sí lo entiendo, pero no lo acepto. La carga de semejante culpa ha sido demasiado pesada y longeva.

Se puede ser adulto y encontrar un perfecto equilibrio entre la mirada del corazón y la mirada del intelecto. Además, se debería entender la sexualidad como camino y vehículo para obtener la sabiduría más sagrada.

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La serpiente como arquetipo de la Sabiduría y la Sexualidad:

El principito y la serpiente amarilla

El principito, aquel niño que el aviador llevaba en su interior, fue picado por primera vez cuando el aviador fue iniciado en la pubertad. Entonces aquel pequeño principe fue lentamente enterrado y olvidado bajo capas de madurez.

El principito regresó cuando aquel aviador se perdió y se enfrentó a la soledad y el silencio del desierto. Y de nuevo partió cuando el aviador tuvo que abandonar el desierto. Pero esta vez, el principito no murió, simplemente legó su secreto y se transformó en quinientos millones de estrellas en el Cielo. 

Aun así, no entiendo muy bien porqué, yo también lloré cuando aquella serpiente amarilla mordió al principito. 

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lunes, octubre 29, 2012

sábado, octubre 27, 2012

La ascensión de las Serpientes


Sexo tántrico
El abrazo perfecto, las lágrimas perfectas

Catorce

Cuando yo, una iniciada de Isis, me uní a Yeshua, había vías específicas que tenía que abrir en mí misma. Sin embargo, me quedé extrañada, al descubrir que muchas de estas vías se abrieron espontáneamente en su presencia. Al comienzo de esta historia mencioné como temblaba como una mujer teniendo que luchar con mis propias pasiones y deseos; porque el camino del Iniciado es usar la energía de la pasión de un modo muy específico y no ser simplemente arrastrado por ella; porque la Alquimia requiere que la energía sea contenida de modo que pueda ser transformada. Yeshua y yo conseguimos muy rápidamente el estado, -lo que es conocido como las Cuatro Serpientes. Sucede cuando ambos han dominado las Alquimias internas de Horus a un nivel tal que pueden activar las Serpientes Solar y Lunar en sus espinas dorsales. De forma clarividente hay un canal central que asciende a través de la espina, y a la izquierda hay un Circuito Lunar y a la derecha un Circuito Solar, llamados Ida y Pingala por los yogis y yoginis. En las Alquimias de Horus se produce la activación de estos dos circuitos por campos magnéticos que son de tipo serpiente. En el lado izquierdo la Serpiente Lunar es negra como la brea, el color del Vacío, por tanto es la corporeización del Vacío en sí mismo y encierra el potencial como Creadora de todas las cosas. La Serpiente Solar es dorada. Un Iniciado hace a estas Dos Serpientes subir hacia arriba. En la medida en que ascienden atraviesan los chakras y se cruzan una a la otra. En la Alquimia de Horus las Dos Serpientes se cruzan por completo a través del quinto sello o garganta y en todos los sellos inferiores. Entonces ellas quedan enfrentadas en el área donde aproximadamente está la glándula pineal, o el centro de la cabeza. Aparece aquí como un cáliz con la glándula pineal en el extremo inferior del propio cáliz. Estas Dos Serpientes están vivas, -es decir no son estáticas sino que vibran, relampaguean y se ondulan con energía y el retorcimiento de sus cuerpos dentro del Ka activa un incremento del potencial magnético. Existen prácticas específicas que os compartiré más adelante, pero lo que deseo exponer ahora es la práctica de las Cuatro Serpientes.

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Dieciséis

La Magia del Sexo de Isis está basada en la comprensión de que el principio femenino contiene dentro de su naturaleza, específicamente de su naturaleza sexual, una llave alquímica. Esta llave alquímica se revela en el acto de lo que llamáis amor, -amor sexual. Cuando éste se activa de un modo suficientemente fuerte, las Alquimias de Horus se presentan espontáneamente por sí mismas. En mi instrucción se asumía que había dos caminos, alquímicamente hablando, hacia el mismo objetivo. Las Alquimias de Horus eran el fundamento de ambas alquimias, o prácticas, ya que se utilizaban los mismos caminos básicos. Para aquellos que no deseaban desarrollarlo en pareja, las Alquimias de Horus proporcionaban un método para activar y reforzar el cuerpo Ka hasta los niveles de la Alta Iniciación. Para aquellos en pareja, la Magia Sexual de Isis proporcionaría las alas con las que ascenderían al Djed y entrar en el trono de la más Alta Conciencia. Desde mi punto de vista avanzado considero una gran tragedia que los secretos y la sacralidad de nuestras naturalezas sexuales se hayan considerado diabólicas por la Iglesia, por los Padres de la Iglesia. Y desde hace casi dos mil años la más dinámica y una de las más rápidas vías a la realización en Dios se ha considerado errónea. Y encuentro además irónico que la Iglesia la haya convertido en pecado y por tanto haya aterrorizado a aquellos que podrían haber ascendido sobre ella.


Sol y Luna, Yin y Yang
Serpiente negra de la Luna, Serpiente dorada del Sol

viernes, octubre 26, 2012

jueves, octubre 25, 2012

Orfeo y Eurídice


Ninfas encontrando la cabeza de Orfeo de John William Waterhouse
Ninfas encontrando la cabeza de Orfeo

Orfeo, hijo de Apolo (y nieto de Zeus) y de Calíope, musa de la poesía épica y de la elocuencia, poseía el don de la música y de la poesía.

Enamorado perdidamente de Eurídice, una ninfa de los valles de Tracia, la convierte felizmente en su esposa. Pero un nefasto día, tratando ella de huir de Aristeo, hijo de Apolo y que pretendía poseerla, pisó una serpiente venenosa y, mordida por ésta, murió.

La pena invadió entonces a Orfeo, y llorando desconsoladamente a las orillas del río Estrimón, entonó canciones tan tristes que todos los dioses y todas las ninfas le incitaron a descender al inframundo, donde, con la ayuda inestimable de su música, consiguió sortear mil y un peligros, conmoviendo a demonios y tormentos.

Una vez hubo llegado ante Hades y Perséfone, dioses regentes del Inframundo, utilizó de nuevo su música consiguiendo convencerlos de dar a Eurídice la oportunidad de regresar al mundo de los vivos. 

Pero pusieron una condición: Orfeo debía caminar siempre delante de ella y no mirarla hasta que ambos hubieran llegado arriba, y los rayos del sol hubieran bañado por completo a Eurídice.

El camino de regreso se hizo terriblemente largo. Orfeo se mantenía sus ojos al frente a pesar de las enormes ansias que le invadían de admirar a su amada. No se volvió ni aún cuando los peligros del Inframundo los acechaban. 

Ya en la superficie, Orfeo, al borde de la desesperación, giró la cabeza creyendo que todo había pasado, pero Eurídice aún tenía un pie a la sombra y, en ese preciso instante, se desvaneció en el aire, ya sin posibilidad de volver de nuevo.

Fuente: El Mito de Orfeo y Eurídice

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Si alguien demuestra suficiente valentía como para descender al Inframundo y recuperar a su amada, nunca debe dudar, nunca debe vacilar, nunca debe desesperar.

Y esperar pacientemente, con fe, hasta que los despiertos rayos del Sol bañen por completo a ambos. 

Confiar plenamente en que la valentía, la persistencia y la fe tendrán el premio más grande de los Dioses: las puertas del Cielo.


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martes, octubre 23, 2012

El planeta azul

Urano regente era acuario
Urano: el planeta regente en la era de Acuario

Urano representa la revelación del poder supra-normal de la gente. La aparición de la luz que el brillo resplandeciente del sol nunca deja de ver a los ojos corrientes. Una vez que el hombre ha transpuesto el desierto (Saturno) se percata de que absolutamente todo lo sabe, en todo encuentra la relación perfecta; comprende las analogías y las razones de todas las formas y sus transformaciones y se da cuenta que el hombre en ese estado es, el mismo, la Sabiduría viviente: el VERBO encarnado. La mayoría de los hombres llamados genios por la humanidad solamente han hablado de sus experiencias en medio del desierto (el cual por lo general nunca lograron atravesar por completo), de sus espejismos, visiones y revelaciones: muy pocos han transpuesto el Desierto.

Por lo tanto, Urano es la relación correcta de la SABIDURIA Completa para que el hombre no confunda los espejismos y las visiones con la verdadera sabiduría. Urano le revela al hombre que la VERDAD no es conceptual sino la reunión de todos los conceptos confluyendo en un vértice que es el ser total del hombre , le revela que la VERDAD no es agente de sufrimiento sino de serenidad absoluta y resplandeciente y que la Verdad no es contradictoria ni unívoca o excluyente de las realidades existentes sino que es la UNIDAD PERENNEMENTE PRESENTE que abarca todas las manifestaciones físicas y supra físicas en una coherencia absoluta. Urano le revela al ser humano las características del Hombre Original el cual es una parte del camino que él está destinado a recorrer; le alerta acerca de la imposibilidad de pasar hacia el mundo de la mística (Neptuno) y de la identificación (Plutón) prescindiendo de la lucidez de la comprensión de todas las leyes unificadas en UNA LEY (Urano) y, de este modo, le evita las experiencias mediumnímicas, espiritistas, y las primeras prácticas que pertenecen a los primeros pasos dados torpemente en el Desierto (Saturno).


Tiempos para la sincronicidad
Tiempos para la sincronicidad


domingo, octubre 21, 2012

Moksha



La palabra moksha significa libertad.

Soy emocionalmente libre. Mi alma es ajena al melodrama. Estoy libre de resentimiento, aflicción, hostilidad y culpa. Estoy libre de engreimiento y de egoismo. Estoy libre de autoconmiseración. Puedo reírme de mi. Puedo ver el lado humorístico de la vida.


Extracto de SincroDestino de Deepak Chopra

Y yo añadiría:

La palabra moksha significa recuperar una esencia angelical. 
Siempre necesitamos la luz de una linterna mágica para recuperar las perlas más preciosas en la oscuridad.
❤ Gracias, Caspian ❤

sábado, octubre 20, 2012

El trono de Lilith

Lilit (1892) por John Collier.
Lilith reclama su trono
Lilith, deja que me postre a tus pies. Acepta que deposite ante ellos la plateada simiente de un Árbol por venir. Permíteme nutrir esa semilla con el rocío que impregna las alas de mi matinal deseo.

Consiente que me arrodille ante tu sagrado santuario, y que mis lágrimas más dulces limpien la milenaria herida que te infligieron aquellos profanos pescadores. Aquellos que imaginaron peces en el firmamento. Aquellos que rasgaron tu divino templo sirviéndose de redes tejidas con la herrumbre de clavos oxidados. Aquellos que arrojaron tu sacro cuerpo al más negro de los abismos. Desconocían que tú eres cántaro que emana... y agua que corre. Olvidaron que el fluir de tu esencia traspasa redes mucho más allá del olvido de las estrellas.

Siempre fuiste avatar primordial, la única que advirtió que Arriba y Abajo, que Tierra y Cielo se intercambian como el aliento de dos llamas confundidas en un óvulo primigenio.

Yo me alzo y envuelvo tu venerado cuerpo con mis invisibles brazos, y te miro a la altura de los ojos, de igual a igual. Yo anhelo ser espejo de tu más sentida caricia. Yo quiero ser inspiración y expiración de tu más exuberante resuello. Yo deseo despertar la profecía de tu más profundo sueño.

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Otras versiones sobre la (injusta) historia de Lilith:


lunes, octubre 15, 2012

El Aleph de Jorge Luis Borges

El aleph: un punto, un reflejo infinito
Un punto que refleja el universo entero

Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato; empieza, aquí, mi desesperación de escritor. Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; ¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Los místicos, en análogo trance, prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros; Alanus de Insulis, de una esfera cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna; Ezequiel, de un ángel de cuatro caras que a un tiempo se dirige al Oriente y al Occidente, al Norte y al Sur. (No en vano rememoro esas inconcebibles analogías; alguna relación tienen con el Aleph.) Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Por lo demás, el problema central es irresoluble: la enumeración, siquiera parcial, de un conjunto infinito. En ese instante gigantesco, he visto millones de actos deleitables o atroces; ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré, sucesivo, porque el lenguaje lo es. Algo, sin embargo, recogeré.

En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Fray Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer en el pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemon Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico, yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplican sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osatura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.

Sentí infinita veneración, infinita lástima.


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Ya conocía el trazo del Aleph. 

Cuando sólo era un niño, las mil quinientas claves de un libro vestido con tapas de plata me indicaron como dibujarlo. Aquellas claves atendieron mi loca plegaria, orgullosa e impaciente.

Durante mil y una noches tracé el Aleph, una y otra vez, a la sombra de la luna, en el pergamino de mis sueños. Lo hice en negro sobre plata y en plata sobre negro, resiguiendo la espina dorsal del cielo nocturno. Mi sangre se congelaba mientras aquel invisible pincel sudaba la fría y argentina tinta.

Sentía la veneración del mensajero sabio, pero no la lástima del ángel compasivo. Era demasiado joven.

Necesitaba que algún fuego me ayudara a descongelar aquella sangre plomiza, espesada por cristales de hielo. Necesitaba trazar aquel símbolo de alguna otra forma. 

Alguien me recordó que las lágrimas son la sangre del Alma.

Por fin lo entendí: debía tatuar el Aleph en el centro de mi órbita, estamparlo allí con la sangre de mi Alma. Nunca había probado a trazarlo con la cálida tinta de mis lágrimas, en un lienzo trenzado por dorados rayos de SolNunca había probado a trazarlo sintiendo en mis labios la áurea sal de la Vida.

Así trazado, ese ideograma representará mi postrera huella, el último paso en mi camino por el Árbol de la Vida

Así grabado, ese signo contiene la llave forjada en Oro que abre la sala del trono.

El aleph
El Aleph:
contenido y continente de lo infinito.

domingo, octubre 14, 2012

Una metamorfosis antes de volar


La metamorfosis de la mariposa
La metamorfosis de la mariposa

Temía estar solo... 
hasta que aprendí a quererme a mi mismo.
...
Temía fracasar...
hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.
...
Temía lo que la gente opinara de mí...
hasta que me di cuenta que de todos modos opinarían de mi.
...
Temía que me rechazaran... 
hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
...
Temía al dolor...
hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
...
Temía a la verdad...
hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
...
Temía a la muerte...
hasta que aprendí que no es el final sino más bien el comienzo.
...
Temía al odio...
hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que “ignorancia”
...
Temía al ridículo...
hasta que aprendí a reírme de mi mismo.
...
Temía hacerme viejo...
hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
...
Temía al pasado...
hasta que comprendí que no podía herirme más.
...
Temía a la oscuridad... 
hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
...
Temía al cambio...
hasta que vi que aún la mariposa más hermosa 
necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.

Fuente: Maktub
Autor: Ernest Hemingway


sábado, octubre 13, 2012

Apagando fuegos



¡Que llamen a Ibrahim Ferrer, que busquen los bomberos!
Que yo creo que Tula lo que quiere es que le apaguen el fuego.


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La música siempre nos dibuja una gran sonrisa :) en el corazón.


Buena Vista Social Club
Buena Vista Social Club


viernes, octubre 12, 2012

El árbol de la vida



¡Que caiga agua del cántaro
en cristalina corriente!
 ...
¡Que riegue las agrietadas raíces
del árbol de la vida!
...
¡Que cante la escondida esencia
de una semilla por brotar!
...
¡Que germine la era de Acuario 
entre cortinas de esperanza!

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La era de Acuario
El papel de la mujer en la era de Acuario

Cuando una mujer permanece demasiado tiempo alejada de su esencia, 
la capacidad para percibir lo que siente se agrieta 

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jueves, octubre 11, 2012

Un día más de vida

Un abrazo sentido


Según dice la tradición, cada vez que abrazamos a una persona con afecto, 
ganamos un día de vida.

(Extracto del "Aleph" de Paulo Coelho)

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Gracias de todo ❤ 
a todas las personas que habéis compartido un afectuoso abrazo conmigo. 
Me habéis regalado un día de vida. 
Un día más para compartir más latidos de corazón. 

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miércoles, octubre 10, 2012

Una hoguera en lo alto de la montaña

Una hoguera en lo alto de la montaña
Una hoguera en lo alto de la montaña

Era una vez un hombre pobre pero de mucho coraje que se llamaba Ali. Trabajaba para Ammar, un viejo y rico comerciante. Ali necesitaba dinero y se lo pidió a su amo.

Cierta noche de invierno Ammar lo desafía: “Nadie puede pasar una noche así en lo alto de la montaña, sin frazada y sin comida. Pero tu necesitas dinero y si consigues hacerlo, recibirás una gran recompensa. Si no lo consigues, trabajarás gratis”.

Ali respondió: “Mañana cumpliré esa prueba”.

Pero al salir de la tienda, vio que realmente soplaba un viento helado y tuvo miedo. Decidió preguntarle a su mejor amigo, Aydi, si no le parecía una locura hacer esa apuesta.

Después de reflexionar un poco Aydi le respondió:
“Voy a ayudarte. Mañana cuando estés en lo alto de la montaña mira hacia el frente
.
“Yo estaré también en lo alto de la montaña vecina, pasaré la noche entera con una fogata encendida para ti.
“Mira el fuego, piensa en nuestra amistad, y eso te mantendrá abrigado. Lo conseguirás y después yo te pediré algo a cambio”.

Ali venció la prueba, tomó el dinero y fue hasta la casa de su amigo:
“Tu me dijiste que querías algo en pago”.

Aydi le respondió: “Si, pero no en dinero. Prométeme que, si en algún momento el viento frío pasa por mi vida, encenderás para mi el fuego de la amistad”.



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lunes, octubre 08, 2012

Necesito del mar

Platja des Coll Baix - Mallorca
Platja des Coll Baix - Mallorca

NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navios.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.

Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.

Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.


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sábado, octubre 06, 2012

La cuna del nuevo Prometeo

Villa Diodati: La cuna del nuevo Prometeo
El antiguo Prometeo robó la llama divina que moraba en el plexo solar de Zeus.

Con aquella llama, contenedora de la voluntad y la energía de los Dioses, Prometeo dio forma a la raza de bronze, aquella cuya descendencia habita actualmente la tierra.

La dorada fue la primera raza. Acabó sin descendencia y se extinguió. La plateada fue la segunda. Acabó desterrada en los infiernos. La arcilla y el calor del fuego modelaron la tercera.

No obstante, Prometeo tuvo que tributar por su osadía. Quien encoleriza a los Dioses, debe pagar por ello. La maldición es el tributo y el castigo su expresión.

El nuevo Prometeo fue tallado por la imaginación de Mary Shelley y el remar de un viento. Éste, en la forma de un irreverente científico, volvió a contravenir la facultad de los Dioses.

Pero en este caso, la condena atravesó la dualidad incorpórea de la tinta y el papel, para perseguir a la autora en vida, traspasando cunas y tumbas.

El rastro trazado por el serpentear de una pluma es silencioso y desgarrador. Tan silencioso como una serpiente inoculando la maldición de su mordedura. Tan desgarrador como un águila picoteando la oscura carne que sublima nuestra llama.

Tal es el potestad de los Dioses, tal es la sentencia para aquellos que imaginaron robar su llama.


Quien ha tenido el poder para escribir su destino, debe tener el coraje para aceptarlo. (Remando al viento)
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viernes, octubre 05, 2012

La lluvia del Perdón

Basílica de Santiago
Basílica de Santiago: el destino

Mi hijo Marc nació un 5 de Febrero y fue bautizado un 25 de Julio (en Catalunya, día de Sant Jaume) por un mossèn de nombre AntoniPor tal razón, su nombre de pila es Marc Antoni Jaume.

El 25 de Julio es, por tanto, una fecha especial para ambos. P
or ello, hemos decidido completar nuestro particular Camino, desde Saint-Jean-Pied-de-Port hasta Santiago de Compostela, un 25 de Julio. El año de finalización resta por determinar, aunque nuestra previsión sería concluirlo en tres grandes etapas.

Además, para acabar de redondearlo, el 25 de julio es, según el sincronario Maya, el día fuera del tiempo: un día especialmente dedicado al Perdón.

Día para celebrar el Perdón Universal, tanto como para meditar, purificarse, o divulgar pacíficamente el Nuevo Tiempo que es Arte. También se llama día verde, recordando que “la paz es la cultura de la biosfera”, para despertar un auténtico compromiso como habitantes de un planeta vivo. Una Tierra, un pueblo, un Tiempo. (Fuente: 25 de Julio de 2012. Cierre de ciclo)


Camino de Santiago
En el Camino de Santiago

En el Camino de Santiago

Planificamos juntos su recorrido. Sus etapas. Sus hitos. Su ruta en la imaginación de los sentimientos.

Realizamos juntos el Camino. Sin prisas. Solo para aprender de su sabiduría, de su gracia.


Este Camino nos enseña que lo importante es compartirlo con todo aquel que lo transita.

Llegamos al final del Camino juntos y allí, delante de nuestro destino, nos abrazamos. Ese abrazo sabe a una lluvia de lágrimas del Cielo, de Perdón y de Agradecimiento, dos caras de una misma moneda denominada Amor.


Este es un Camino de la VidaY en su travesía, aprendemos a bendecir y a ser bendecidos. 

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El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. 
Es dos veces bendito: bendice al que lo da y al que lo recibe. 
(William Shakespeare)

Camí de Sant Jaume
Camí de Sant Jaume


miércoles, octubre 03, 2012

El paraíso perdido

La sombra de un ángel caído

En el principio de todo hubo una gran guerra. De aquella santa guerra entre caballeros arcanos surgió la dualidad.

Una parte de luz, una parte de oscuridad. Una parte de compasión, otra de confusión. El calor enfrentado al frío. El corazón opuesto a la razón. Amor contra Sabiduría.

Aquella guerra acabó, pero en aquel reino, feudo de la emanación, no hubieron ni vencedores ni vencidos. En las guerras, todos pierden algo que luego deben recuperar.

Algunos eligieron volver a la verdadera y única Fuente, suma de la dualidad, a través del luminoso camino del Amor. Otros optaron por la oscura travesía de la Sabiduría. 

Los seres crísticos, aquellos que eligieron el camino del Amor, portaban en sus entrañas una semilla de confusión, manantial de la Sabiduría. 

Los sabios, endémicos deudores de la locura, la soberbia, la impaciencia y la oposición, portaban en sus entrañas una semilla de compasión, manantial del Amor.  

Por esta razón, a estos últimos se les denominó portadores de luz. Porque en sus entrañas, entre sombras, escondían la simiente de su propia salvación. Solo debían aprender a desplegar aquella luz seminal, aquel diminuto lucero cuya aspiración era llenar un Cielo de Luz, despertar una claridad por madurar, un Sol por amanecer.

Y entonces se les dijo a todos: ”Lleven el Cielo a la Tierra y luego traigan su Luz al Cielo”.  

Y cayeron a la Tierra, con el propósito de encontrar en su interior un Sol y una Luna que les pudieran guiar, en armonioso equilibrio

Y al final de la ascensión, habrán desaparecido la culpa y cualquier rastro de luces y de sombras.


Las flores también pueden crecer entre sombras,
pues toda sombra contiene un punto seminal,
una semilla de blanca luz.



lunes, octubre 01, 2012

One, todos somos uno



Todos somos uno pero cada uno de nosotros, como individuos, aportamos algo único y prodigioso desde nuestra diferencia, desde la variedad en la unidad.

Aun siendo diferentes, todos somos una misma cosa. Somos diferentes en la forma, lo que es maravilloso, pero somos lo mismo en el fondo, lo que añade un grado de maravilla aun mayor.


La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo. (Isaac Newton)

We are all one
Aracne y Atenea (¿nadie advirtió que son un mismo ser?) 
tejen una tela invisible que entrelaza nuestras vidas