lunes, enero 27, 2014

El regalo que llegó de Portugal


Cuando vientos vestidos de verde enfrían el chocolate en la mesa, 
cuando tímidos rayos de Sol se derraman en aguas guardadas por cisnes, 
cuando copos de nieve peinan espirales que la Luna plantó en tu azotea,
cuando los relojes se derriten por falta de un aliento que los infle...

Entonces la música en mi cabeza cae hasta el fondo del corazón,
la rosa dormida sueña una primavera eterna,
la frontera entre dos países difumina su contorno
y una pregunta nacida en el umbral encuentra su respuesta.


Monasterio del Escorial
Aguas guardadas por cisnes

Lo pasado ya pasó, lo que viene hay que esperar, 
entonces vive el presente porque es un regalo de Dios
(Anónimo)

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