jueves, marzo 07, 2013

Voluntad y destino



Aunque el “amor fatinietzscheano tenga que ver con el destino, no es sin embargo la aceptación resignada de las cosas como acontecen. 

Al contrario: el hombre nietzscheano quiere para sí, “voluntariamente”, las leyes universales del destino que las plantas, los animales, los otros seres humanos responsables y desprovistos de voluntad, se limitan a seguir ciegamente… pero también —dotado de voluntad y del poder del deseo que no se conforma con poseer— quiere hacer posible que las cosas que deberían suceder, sucedan… 

Aquello que quisimos que fuera, fue; aquello que deseamos que sea, será… 

“Muévete siempre en el momento, en un presente vivido plenamente, con coraje, decisión, voluntad”, decía más o menos Nietzsche… y “vive este momento de modo tal que desees revivirlo”… 

El eterno retorno es, entonces, una decisión, no una “idea” o una metáfora… 

Quien desea y es capaz de asumir esto a través del concepto y la intuición del “amor fati” es un ser diferente; quien apuesta por la vida, por su riesgo e incertidumbre, es diferente… —Somos diferentes, amor… y ésta es la fuerza que nos imanta y hace invencibles…

Fuente: ... una historia acerca del "amor fati"... en Arterapia sentimental


Cuarzo citrino
Pequeñas lágrimas de Sol

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